Fata Morgana Project

 

 

 

 

Proyecto Fata Morgana

Iván Sánchez

Fotografiar es elegir, es buscar la imagen escondida entre el caos del mundo. Fotografiar es eliminar, concentrarse en un solo pedazo de la vida para llevarla a los ojos de los demás. Cada fotografía es un reverberar de lo que bulle dentro de un fotógrafo.

Las fotos de Iván Sánchez son el pasaporte a su interior. Son sombras, imágenes dobles, hombres y mujeres que parecieran coexistir en soledad. Porque a eso me remite el trabajo de Iván: a una soledad hermosa, un mundo de seres que están ahí, lejos uno de los otros y los otros de los demás. Pero que es una soledad que no hiere, que no lacera. No hay acercamientos, no hay emociones. Los seres humanos parecen deambular en las fotografías de Iván. Son figuras en el paisaje, un elemento más. La belleza de la existencia sin remarcarla.

También es Iván un poeta de lo líquido. Pareciera que en el mundo-Iván la vida se contempla mejor a través del agua: imágenes reflejadas en charcos, imágenes que vienen del mar, imágenes que cuelgan de una gota. Poesía líquida que nos hace pensar que por cada imagen real hay otra doble, quizá más intensa, que habita en los reflejos. Pareciera que en las fotos de Iván el agua roba luz, vida, seres, para devolverlos en un mundo alterno más interesante. En cada charco subyace un universo distinto. Iván lo encuentra y lo pone frente a nosotros, como diciéndonos: ¿en dónde está nuestra real realidad?

Guillermo Arriaga